El sangrado o hemorragia nasal se conoce como Epistaxis. La nariz es una zona del organismo con mucha vascularización y con muchos vasos de pequeño calibre que pueden sangrar con facilidad. La epistaxis puede ocurrir a cualquier edad, pero es más común que ocurra en niños (entre los 2 y 10 años de edad) o adultos de más de 50 años. Dividimos los sangrados nasales en anteriores o posteriores dependiendo si el punto de sangrado es en la zona más anterior o externa de la nariz, o en la parte más posterior o profunda de la misma
¿Cuáles son las causas de epistaxis o sangrados recurrentes?
- Rinitis, sequedad nasal, manipulación frecuente de la nariz
- Sonarse o estornudar vigorosamente
- Problemas de coagulación, congénitos o por medicación
- Hipertensión arterial
- Enfermedad hereditaria conocida como Rendu Osler Weber
- Tumores naso-sinusales
¿Cómo tratamos los sangrados nasales?
Si vemos el punto sangrante trataremos de coagularlo, bien en consulta o en ocasiones es preciso hacerlo en quirófano bajo visión endoscópica. Si no cede o no se visualiza, deberemos realizar un taponamiento nasal y para ello contamos con diferentes tipos de taponamiento que se elegirán dependiendo del sangrado y de la anatomía nasal. En nuestra consulta, dependiendo del tipo de sangrado, las medidas previas que se hayan empleado, la edad y factores de riesgo que presente el paciente, decidiremos junto con el enfermo, la mejor opción terapéutica.
¿Qué consejos podemos seguir para disminuir y prevenir las epistaxis?
- Es importante tener bien hidratada la nariz y prevenir la sequedad
- En el caso de los niños además enseñaremos a no manipularse la nariz y recomendamos tener las uñas bien cortadas si se tiene el hábito de hacerlo
- Dejar el tabaco
- Sonarse más despacio o con menor intensidad